Hoy en día, las marcas chinas se están convirtiendo en marcas globales de talla mundial.
A medida que China se acerca a convertirse en la principal potencia económica del mundo en menos de una década, sus marcas locales también están logrando un desempeño impresionante en el mercado global. Ahora, muchas de las 100 marcas más importantes del mundo tienen su sede en China. Entre ellos se incluyen China Mobile, que ocupa un lugar destacado en la clasificación, el Banco Industrial y Comercial de China, Baidu y China Life Insurance.
Dada la persistente impresión de los consumidores de que los productos fabricados en China son de calidad inferior, el auge de las marcas chinas (que ahora representan más del 10 por ciento de la elite) es una ruptura sólida para los empresarios y líderes de opinión en China que desean generar respeto global por el Competitividad de las marcas chinas.
Falta conciencia
Sin embargo, el respeto entre los analistas globales es una cosa. El reconocimiento mundial, del tipo que permite que un peón en Túnez resuene positivamente con un cartel de Coca Cola, es otro. Hay una ausencia reveladora de marcas chinas.
Contrarrestar las percepciones negativas
Están surgiendo empresas chinas bien capitalizadas en el mercado B2B, lo que da lugar a compromisos menos que excelentes con el sector de consumo. Esto, sumado a los muy publicitados retiros de productos que involucran marcas de consumo (juguetes, alimentos y productos de cuidado personal tóxicos) crean un cuello de botella que impide la plena aceptación y admiración por las marcas chinas entre los consumidores de todo el mundo. De hecho, una encuesta reciente indicó que cerca del 70% de los encuestados creen que la etiqueta "Hecho en China" tiene un impacto negativo en las marcas.
Grandes oportunidades por delante
Ante este dilema, ¿cómo puede China construir marcas globales fuertes que impongan respeto no sólo entre los expertos de la industria sino también entre los consumidores cada vez más conectados del mundo? Es evidente que las empresas chinas inteligentes y con visión de futuro quieren liberarse del estereotipo de calidad inferior y competir directamente –incluso superar– a sus competidores más arraigados en términos de calidad del producto y satisfacción del cliente. Después de todo, no pocas marcas chinas ya han superado a sus homólogas occidentales en términos de rendimiento, escala operativa e ingresos.
Al igual que muchas potencias taiwanesas como HTC, Acer y Asus, un buen número de empresas de alto rendimiento en China tienen sus raíces como OEM rentables contratados por grandes marcas occidentales.
La estrategia y la investigación son clave
Afortunadamente, muchas empresas chinas ya han superado este obstáculo utilizando tácticas de marca notablemente astutas que bien pueden funcionar para el resto del sector. Entre las marcas chinas de alta gama que están logrando grandes avances en el ámbito mundial se encuentran Lenovo, Huawei, Metersbonwe, Chery y Haier. Estas empresas ya se han afianzado en varios países y están en el proceso de crear conciencia mundial sobre la calidad y confiabilidad de sus marcas.