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Cómo las mujeres de los años 70 y 80 ascendieron a la alta dirección

Cómo las mujeres de los años 70 y 80 ascendieron a la alta dirección

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Desde finales de la década de 1970 hasta principios del siglo XXI, la participación de las mujeres en la fuerza laboral comenzó a aumentar constantemente. ¿Qué fue notable en esta época? El número de mujeres en la fuerza laboral con un hijo menor de 1 año aumentó del 20 al 62 por ciento.

Al mismo tiempo, las mujeres jóvenes en su adolescencia comenzaron a alterar sus expectativas profesionales. La mentalidad cambió y las mujeres empezaron a esperar carreras largas e ininterrumpidas. El matrimonio y los hijos ya no interrumpirían sus profesiones. A su vez, este desarrollo los motivó a invertir más en su educación. Un número cada vez mayor fue a la universidad y más allá. Las preparó para carreras que les daban un prestigio más cercano al de los hombres en el lugar de trabajo.

Luego, las mujeres comenzaron a posponer el matrimonio y la maternidad. Parte de la razón fue la creciente popularidad de la píldora anticonceptiva. Este anticonceptivo confiable dio a las mujeres control sobre el momento de tener hijos. Las mujeres comenzaron a ver sus identidades y sus vidas de manera diferente. Su yo profesional se volvió tan crucial como sus familias.

Los expertos han observado una tendencia interesante en la participación de las mujeres en la fuerza laboral. En la década de 1970, un solo ingreso ya no podía sustentar un estilo de vida cómodo. Fue una necesidad económica, y no una oportunidad, lo que impulsó a las mujeres a trabajar. El aumento de la Acción Afirmativa obligó a las empresas a colocar a mujeres en puestos no tradicionales. Esa experiencia forzada también ayudó a cambiar la mentalidad cultural.

Mujeres en puestos directivos

La primera mujer directora ejecutiva de una empresa Fortune 500 fue Katharine Graham. Se convirtió en directora ejecutiva de la empresa matriz del Washington Post en 1972, rompiendo una nueva barrera y, a menudo, era la única mujer en la sala de redacción. Otras mujeres saltaron a la fama en los años 70 y 80. Cabe destacar a Marion Sandler de Golden West Financial y Linda Wachner de Warnaco Group Inc.

En 1980, ninguna mujer había alcanzado los puestos ejecutivos más altos de Fortune 100. En 2001, el once por ciento de esos líderes corporativos eran mujeres. El número de empresas con directoras ejecutivas femeninas se ha multiplicado por más de seis.

Desde 1980, las empresas estadounidenses han creado casi 4,5 millones de puestos directivos. Las mujeres ocupan 2,6 millones de estos puestos. Desafortunadamente, la brecha salarial de género ha ido a la par de estas estadísticas. La creciente representación de las mujeres en la gestión se da en campos “feminizados”. Las brechas salariales de género son las más extremas en esos campos. Pero las brechas más bajas se dan en ocupaciones con las proporciones más bajas de mujeres. Por ejemplo, la ingeniería y la arquitectura tienen pequeñas brechas salariales.

Barreras de género para la alta dirección

La mayoría de los estadounidenses consideran que las mujeres son tan innovadoras e inteligentes como los hombres. Sin embargo, muy pocas mujeres alcanzan el nivel ejecutivo más alto. ¿Por qué son tan pocas las mujeres que llegan a la alta dirección? Las mujeres que quieren ascender a los niveles más altos en los negocios también enfrentan un doble rasero. Tienen que eclipsar a los machos si quieren demostrar su valía.

Introduzca el concepto de "techo de cristal". El Departamento de Trabajo de Estados Unidos describió el techo de cristal en 1991 como un conjunto de obstáculos artificiales basados en la arbitrariedad. Obstruyen el ascenso de personas calificadas a puestos directivos en su organización. El camino que deben recorrer las mujeres para llegar al nivel ejecutivo es complejo y con diversas barreras.

Sin embargo, la diversidad en el lugar de trabajo es buena para los negocios. La nueva economía de servicios depende de habilidades que las mujeres adquieren fácilmente. Por ejemplo, esta economía exige atención al detalle, determinación y pensamiento mesurado. Los problemas con los obstáculos que enfrentan las mujeres son creados por el hombre. Las organizaciones y la sociedad deben hacer más para brindar a todas las mujeres la oportunidad de llegar a la cima.

La percepción inexacta de la igualdad de género limita las oportunidades de las mujeres como grupo. ¿Por qué? Porque crea un falso optimismo. También elimina la necesidad percibida de mejorar las cosas. Los artículos de noticias a veces promocionan ejemplos de mujeres exitosas. Los exhiben como prueba de que el techo de cristal ya no existe. Unas pocas mujeres han logrado llegar a puestos de poder. Sin embargo, todavía existen muchas desigualdades en la representación de las mujeres en puestos superiores.

La mayoría de los directores ejecutivos y miembros de juntas directivas en ejercicio son hombres. Ellos marcan el tono y la cultura para determinar quién es apto para tener éxito. Además, la situación del cuidado de los hijos de una mujer es un determinante importante para que alcance el rango de directora ejecutiva. Encontrar servicios de cuidado infantil asequibles y de alta calidad sigue siendo un desafío. Para llegar a ser directora ejecutiva, una mujer habría tenido que soportar muchas cosas.

También han aumentado las exigencias de la vida familiar. Ser madre se ha vuelto más intenso. Las madres trabajadoras de hoy pasan tanto tiempo con sus hijos como lo hacían las amas de casa en los años 1970.

Cerrar la brecha de género

Las empresas han logrado avances en el avance de las carreras de las mujeres. Todavía les queda un largo camino por recorrer para lograr una verdadera igualdad de género en el lugar de trabajo. Sin embargo, todos se benefician al cerrar la brecha de género. Los clientes se benefician, al igual que los equipos e incluso los resultados de las empresas. Las mujeres lograron grandes avances en las décadas de 1970 y 1980 cuando ingresaron a la fuerza laboral. Es hora de aprovechar esos logros y hacer que la alta dirección sea más acogedora para las mujeres.

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